Roberto Gattiker demuestra su potencial en Videomatch

Claudio subestima la situación

Claudio observa pelotear a dos jugadores en una cancha de pádel. Él se coloca detrás del enrejado, bajo la compañía del amigo que lo invitó a disputar el encuentro. A simple vista percibe que los movimientos de los desconocidos son erráticos, brutescos y desafortunados. Por ende le exclama a su pareja de juego: "Son dos perros" y luego sonríe brevemente.

El hombre que trabaja de fotógrafo le llamó la atención cómo estaba vestido "Roby", apodo que escuchó  cuando se lo presentaron: tenía una gorra celeste que le hacía camuflar (desde larga distancia) el aspecto de la frente y su mirada, relucía una musculosa blanca y pantalones cortos azules.

Sin saberlo, Claudio tenía enfrente a un "Roby" profesional en la disciplina, a un "Roby" experimentado y ganador de trofeos...simplemente a Roberto "Roby" Gattiker (ver perfil), padelista cinco veces campeón con la selección argentina.

La víctima del vídeo nunca identificó a la persona ni tomó nota del detalle. Y encima, el oriundo de San Isidro (provincia de Buenos Aires) le brindó a él un mensaje de aliento y tranquilidad con la frase "jueguen despacito, que hace mucho que no jugamos".

Gattiker se prestó para actuar en el segmento "El peor día de tu vida". Dentro del campo de juego, él intentó mostrar una imagen de deportista sin técnica y precisión en los remates: enganchó una pelota, tirándola lejos de los rivales. Claudio ratificó su primer pronóstico.... vuelve a repetir las palabras "son dos perros", ésta vez tragándose y digiriéndose sus propios dichos.

Gattiker se lució con dos pelotas
que pasó por debajo de las piernas 

Sin embargo, la situación se modificó y el ex Nº 1 del mundo en la década del ´90 desató sus destrezas que lo llevaron ocupar el puesto privilegiado. Comenzó su show con un disparo potente que impactó de lleno en la pala del protagonista, sin que éste pueda controlarla. Más tarde, ejecutó tiros directamente al cuerpo de Claudio: tres smash peligrosos y de alto vuelo; un servicio bajo (inesperado) que rebotó en la pared y lo dejó petrificado...

Claudio no entendía qué ocurría y principalmente se preguntaba cómo Gattiker logró mejorar tanto su rendimiento de un momento a otro. Su cabeza entró en funcionamiento: se frotó el pelo en señal de nerviosismo. Se asustaba sí alcanzaba a deducir qué ataque furioso más realizará el ex ganador del Grand Slam.

El cuatro veces campeón por parejas disfrutó su momento en plenitud: ensayó un tiro por debajo de las piernas de frente y de espaldas. Dejó en ridículo a los contrincantes.

Claudio terminó frustrándose y enojándose. Él aprendió que no hay que subestimar a una persona por la primera impresión, porque podés descubrir en el fondo una buena o mala sorpresa. El se topó con un ex campeón del mundo, algo inusual y al mismo tiempo, gratificante.         

           

   ESCENAS DEL DÍA DE CLAUDIO 

         

                                                                                                         SIEMPRE PICA ADENTRO