El director deportivo que apuesta al futuro del pádel

Aldo Alvarez es Director Deportivo de ACCP

Aldo Alvarez se arrima a la mesa de oficina principal de la Asociación Civil Clubes de Pádel (ACCP). Camina lentamente porque la barriga se lo impide y la calvicie devela su edad. A él esas cosas no le interesan. Solo sonreí de par en par. Lleva consigo una taza de café, que luego la apoya sobre la mesada. Él se presenta como director deportivo dentro de la ACCP.

- ¿Cuál es la función?

- Yo me encargo de crear, organizar y desarrollar todos los torneos que realiza la institución. En la ACCP juegan entre 800 y 1.000 parejas cada torneo. A veces hay que combinar los horarios de los partidos. Este trabajo lo hago con el equipo que me acompaña, obviamente.

Mientras habla, mueve sus manos. Recuerda aquella primera vez que le pegó a una pelota de pádel y su tiro fue a parar a la tercera cancha. “Esto no es para mí”, se dijo instantáneamente. Él hace unos años fue profesor que enseñaba golpes de reves, smash, entre otros golpes típicos. 

 

- ¿Por qué se dedicó a ser profesor?

- Desde chico practiqué deportes y la educación es mí vocación. Todo esto sumado me llevó a descubrirlo. Al pádel le encontré tres virtudes: convivencia, juego y diversión. Entonces me dije: “Quiero competir”. Empecé a entrenar, hacer cursos… ahí esta el punto donde me decidí a competir y transmitirles lo que sabía a otros jugadores más iniciales. La decisión de enseñar la tomé entre 1981 y 1982.

Alvarez fue básquetbolista de la década del ´70. Con 20 años, disputó el mundial de juveniles. Su rol en cancha era de base o ala pívot. Luego se involucró con la pala al jugar en un club de Villa Crespo.

- El pádel para usted, ¿es una competencia o una diversión?

- Es todo mí vida. Me divierto y compito. Nunca dejo de competir: no digo que siempre quiero ganar. Solo busco divertirme.

Sala principal

Él agarra la taza de la manija y se toma un sorbo del café, que ya se enfrío. Declara que la asociación fue creada en la época del ´90 a causa de que “la gente solo iba a verlo por negocios”.             

- La ACCP contiene 33 clubes de Buenos Aires. ¿Cómo se maneja administrativamente para equipar y beneficiar a cada uno de ellos?

- Para equiparar se manejan los fondos de la entrega de los premios y gastos administrativos, porque la asociación es sin fines de lucro. De las 39 categorías, se les otorga distinción a los primeros cuatro jugadores que ganaron la competencia. Con eso, se pagan los sueldos.      

- El deporte, ¿necesita más difusión a nivel nacional para ser reconocido como cualquier otro deporte?

- Sin difusión, cualquier actividad no existe. La vamos peleando pero toda la repercusión que tenemos es de bajo alcance. Le cuesta entrar en los medios porque nuestra información consiste en triunfos de gente desconocida. Entonces, no hay interés. Se va a lograr esto cuando volvamos a tener jugadores de primer nivel.

- En los tiempos de hoy, ¿aparecen una nueva generación de buenas jugadores?

- Sí, increíblemente hay una generación de chicos muy jóvenes. Ellos son lo que te dicen que el pádel va a sobrevivir. Estos pibes arrastran la labor de los anteriores. Es una cadena.

- ¿Qué enseñanza de vida le daría aquellos jóvenes recién se inician?

- La enseña es aprender a valorar el trabajo en pareja y esforzarse para conseguirlo.

Aldo Alvarez se levanta repentinamente, toma algunos papeles y enfila rumbo a un cuarto: “No siempre tenemos tanto cosas que hacer… pero en esta época sí”, exclama. No olvida de llevarse en mano su café del día.

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